¿Cómo elegir el ácido hialurónico facial?

El ácido hialurónico se ha convertido en uno de los tratamientos, estrella en el mundo de la medicina estética y el cuidado de la piel. Este compuesto natural desempeña un papel clave a la hora de hidratar, rellenar y rejuvenecer la piel, brindando resultados visibles y duraderos.

Sin embargo, no todos los tipos de ácido hialurónico son iguales y es importante saber sus diferencias para conseguir el resultado deseado. En Ibor Médica te ofrecemos una guía de las diferencias entre las variedades reticuladas y no reticuladas, así como en la presencia o ausencia de la lidocaína.

Ácido Hialurónico Reticulado vs No Reticulado

El ácido hialurónico es una molécula que puede adoptar diferentes estructuras, lo que determina sus propiedades y usos. La clave radica en el grado de reticulación de sus moléculas.

Ácido Hialurónico No Reticulado

El ácido hialurónico no reticulado, también conocido como "ácido hialurónico libre", se caracteriza por tener sus moléculas sueltas y sin uniones. Esta estructura le otorga una baja densidad y viscosidad, lo que lo hace más adecuado para aplicaciones tópicas, como cremas y serums.

Al tener una estabilidad más baja, el ácido hialurónico no reticulado suele tener una duración más corta en la piel, por lo que es absorbido y metabolizado más rápidamente por el organismo.

Ácido Hialurónico Reticulado

Por otro lado, nos encontramos que el ácido hialurónico reticulado se caracteriza por tener sus moléculas unidas entre sí, los que le da estructura en forma de malla o red tridimensional.

Esta configuración le confiere mayor densidad, viscosidad y estabilidad, convirtiéndolo en una opción ideal para inyecciones y tratamientos de relleno. Al ser capaz de permanecer más tiempo en la piel, el ácido hialurónico reticulado brinda unos resultados más duraderos y efectivos en la reducción de arrugas, cicatrices, ojeras profundas y el aumento de volumen en áreas como los labios y los pómulos.

Ácido Hialurónico con Lidocaína vs Sin Lidocaína

Otra diferencia importante que se debe tener en cuanta en los productos que contengan ácido hialurónico es la presencia o ausencia de lidocaína.
La lidocaína es un anestésico local comúnmente utilizado en medicina para aliviar los dolores. En medicina estética, puede emplearse para reducir posibles molestias después de los procedimientos de inyección.

Ácido Hialurónico con Lidocaína

Los productos de ácido hialurónico que contienen lidocaína en su composición ofrecen la ventaja de reducir significativamente la sensación de dolor y molestia después de la la aplicación.

Esto puede ser especialmente beneficioso para aquellos pacientes que son más sensibles al dolor o que se someten a tratamientos en áreas más delicadas, como los labios. La lidocaína actúa bloqueando temporalmente los impulsos nerviosos, lo que permite una experiencia más cómoda y relajada durante el procedimiento.

Ácido hialurónico sin lidocaína

Por otro lado, los productos de ácido hialurónico que no contienen lidocaína pueden ser una opción preferible para aquellas personas que puedan tener hipersensibilidad o alergia a este componente.

Además, el uso del ácido hialurónico sin lidocaína fue el primero en generalizarse, siendo el tratamiento preferido por la mayoría de las personas que se someten
a él, ya que el dolor post tratamiento no suele ser agudo.

Generalmente, también supone un ahorro en el coste del mismo, debido a que la formulación de este producto es más sencilla.

Factores a tener en cuenta al elegir el ácido hialurónico adecuado

Al momento de seleccionar el tipo de ácido hialurónico más apropiado para tus necesidades, es importante tener en cuenta varios factores:

  • Área de aplicación: si se busca tratar arrugas profundas, aumentar el volumen de los pómulos o rellenar surcos nasogenianos, un ácido hialurónico reticulado con mayor densidad y viscosidad sería la opción más adecuada. Por el contrario, si deseas hidratar y suavizar pequeñas líneas de expresión o definir el contorno de los labios, un ácido hialurónico no reticulado podría ser más adecuado.

  • Preferencia personal: como ya mencionamos anteriormente, algunas personas pueden preferir la sensación de comodidad que brinda el ácido hialurónico con lidocaína, mientras que otras pueden optar por evitar los efectos anestésicos y elegir la variante sin lidocaína.
  • Experiencia del profesional: el tipo de ácido hialurónico que se recomiende también dependerá de la experiencia y el criterio del profesional de la salud que realice el tratamiento. Ellos podrán asesorar sobre la opción más adecuada para lograr los objetivos deseados.

El ácido hialurónico se ha convertido en un aliado indispensable en el mundo de la medicina estética Al entender las diferencias entre las variedades reticuladas y no reticuladas, así como la presencia o ausencia de lidocaína, podrás tomar una decisión informada y elegir el tipo de ácido hialurónico que mejor se adapte a tus necesidades y preferencias.

Recuerda consultar con un profesional de la salud capacitado para que te guíe en la selección del producto más adecuado y te ayude a lograr los resultados estéticos deseados.

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